martes, 11 de enero de 2011

Homeopatía (tercera parte) las diluciones

"Principio de dilución"


"Cuanto más diluida esté la sustancia activa, mayor será su capacidad de curación"

Hahnemann, convencido de que lo importante eran los síntomas y no la enfermedad, empezó a experimentar el efecto de diversas sustancias. Estas deberían provocar en el individuo sano los mismos síntomas que presentaba el enfermo. Curiosamente deberían enfermar al sano y curar al enfermo Alucinante

Para conocer los síntomas y efectos que las diversas sustancias producían, experimentó consigo mismo y con sus enfermos. Pronto se dio cuenta del peligro que corría su vida ya que muchas de ellas eran potentes venenos. ¿Cuántos enfermos murieron en estos experimentos? No lo sabemos

Hahnemann optó por diluir estos compuestos hasta niveles lo suficientemente bajos como para evitar su efecto nocivo. Llegó así a la extraña conclusión de que cuanto más diluido estuviera el principio activo, mayor capacidad de curación tendría.

Cuando Hahnemann inventó la homeopatía, no se conocía el número de Avogadro. Este concepto físico - químico nos dice que no podemos dividir una sustancia indefinidamente y es algo plenamente confirmado. (ver "pinceladas, un poco de Física y química" en este mismo blog)

En la homeopatía actual hay tres formas diferentes de preparar los productos homeopáticos: Diluciones (D), (C) y (K). Hahneman utilizaba diluciones tipo (C)

Una disolución o dilución de tipo (C) parte de lo que llaman "tintura madre" que es una disolución previa del producto en agua o alcohol. Vamos a considerar el agua

La primera fase consiste el tomar una gota de esta tintura madre y añadirla a 99 gotas de agua, esto nos da una dilución (1C)

Cogemos ahora una gota de esta (1C) y se la añadimos a 99 gotas de agua, con lo que tendríamos una dilución (2C). Esta concentración sería equivalente a si la primera gota la hubiéramos disuelto en 9.999 gotas de agua

Repetiríamos el proceso Una gota de (2C) en 99 de agua y tendríamos una (3C) equivalente a una gota en 999.999 gotas de agua, así seguiríamos (4C), (5C),.... hasta llegar a la dilución deseada. La recomendada por Hahnemann y por tanto la más habitual, es la disolución (30C)

Podemos suponer que una gota viene a ser un centímetro cúbico y  nos encontramos con:

Dilución (1C) 1 gota en 100  centímetros cúbicos de agua
Dilución (2C) 1 gota en 10 litros de agua
Dilución (3C) 1 gota en 1.000 litros de agua
Dilución (4C) 1 gota en 100.000 litros de agua
Dilución (5C) 1 gota en DIEZ MILLONES de litros

A cada paso deberemos añadir dos ceros, al número de litros de agua en los que depositaríamos la gota de medicamento

De esta forma encontramos que una dilución (1C) contiene una gota en un vaso de agua. Una disolución (4C) supondría media gota en una piscina de tamaño medio. 
Una (10C) supondría una gota en todo el mar Mediterráneo. Para conseguir una disolución (12C) deberíamos distribuir una gota entre todos los océanos de la Tierra.

Si una vez repartida esta gota, por todos los océanos de la Tierra cogiéramos una gota y nos la tomáramos ¿Habríamos tomado algo de medicamento?

Estamos hablando de una (12C) pero aún no hemos llegado ni a la mitad del camino ya que los compuestos homeopáticos son generalmente diluciones (30C) , es decir una gota no en toda el agua del planeta Tierra sino en "diez mil millones de millones de sistemas solares" y de este volumen inimaginable, cogeríamos una simple gota

Según las leyes de la química en una dilución (C13) ya no quedaría ni una sola molécula de ese medicamento.


Si invertimos el proceso y suponemos que el medicamento fuera "graphites" presente en numerosos compuestos homeopáticos y que en definitiva es el material que forma la mina de los lapiceros, para conseguir una disolución (20C) que contuviera una única molécula de graphites, deberíamos haber comenzado disolviendo "un millón y medio de toneladas de grafito en un pequeño vaso de agua" Esto es ya imposible, así que pretender que en una dilución (30C) quede algo de medicamento no es ni tan siquiera imaginable

Si consiguiéramos meter en un vaso de agua todo el carbón existente en el planeta Tierra, se acabarían sus  moléculas antes de llegar a una dilución (30C)

Es increíble, que cualquiera de estos preparados, llamados homeopáticos, que no contienen ningún principio activo ( son solo agua), pueda venderse en una Farmacia

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