Uno de los centros de difusión de estas prácticas son los foros de jardinería, de huertos, ....
Entre los enemigos de los cultivos, está el caracol. Este gasterópodo, generalmente se esconde durante el día y sale a comer a la noche. Casi todas nuestras hortalizas son de su agrado y si descubre un semillero, son capaces de hacerlo desaparecer en una noche.
Para combatirlo, el método más eficaz es el químico. Un metaaldehido, en baja concentración y presentado en gránulos que los atraen y que los elimina por contacto y por ingestión
Pero en el mundo de los huertos de ocio no siempre se acepta (al menos públicamente) el paso a lo que se llama "el lado oscuro" es decir la utilización de productos químicos
Ciertos autores oportunistas han conseguido convencer a muchos de haber descubierto nuevas prácticas agrícolas hasta ahora desconocidas. Estos "apóstoles" recién llegados al mundo de la agricultura, se encargan de extender las eneñanzas de los nuevos maestros. Uno de los capítulos de estas "enseñanzas" contempla la lucha contra las plagas del huerto. No se trata de eliminar al invasor químicamente sino de mantenerlo alejado, o que muera con productos "naturales" por algo somos ecologistas
En el caso de los caracoles, se predican varias prácticas: barreras con productos naturales, plantas disuasorias, plantas mártires, ...De momento voy a comentar estas "barreras"
Se proponen distintos materiales: cáscaras de huevo, posos de café, cenizas, arena, ... . También se propone la cerveza en la que se suponen se ahogan (desde la posición de un caracol imagino que le dará lo mismo que le mate la cerveza que que lo haga un metaaldeído)
Me propongo, mediante fotografías demostrar que estas barreras no funcionan. Hoy comienzo co las cáscaras de huevo. Le seguirán las otras, en sucesivas ampliaciones de este artículo
1.- Las cáscaras de huevo no frenan a los caracoles
El "principio" en que se basa esta afirmación es que las cáscaras de huevo trituradas, les provocan cortes en el pie y como al parecer lo saben, no las atraviesan. Por eso este remedio propone rodear las plantas a proteger por una barrera de cáscaras de huevo trituradas.
(Si la plantación es de una cierta extensión, harían falta muchos huevos)
Comenzamos con la recolecta de unos pocos caracoles en una zona que llamaremos "limpia"
Cada cual elige un camino y todos se ponen en marcha sin preocuparse por buscar la dirección más cómoda
Poco a poco los caracoles van saliendo del círculo sin ningún problema
Como puede verse, el pié del caracol no ha sufrido ningún daño
Como dicen los "cazadores de mitos" "Mito cazado"
CONCLUSION: "Una barrera de cáscaras de huevo trituradas no frena a los caracoles"
Próxima entrada "Los caracoles y los posos de café"
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