domingo, 14 de abril de 2013

De hostias y perroflautas

Una vez más he alucinado con lo que se decía y con lo que se escribía en los medios de comunicación y la verdad es que a estas alturas ya nada debería de resultarme llamativo.

Estamos en la hora de la pelea entre los políticos por ver quién la lía más gorda, quién jode más y mejor a los ciudadanos y de hecho, el listón está ya muy alto y parece que esta carrera hacia la locura y la auto destrucción, es imparable.

Nos estamos volviendo insensibles a los ataques del Gobierno a nuestro presente y a nuestro futuro. Casi me atrevería a decir que empezamos a aceptar esta destrucción sistemática e imparable del empleo, del "bien estar", .... que tanto costó alcanzar y lo que es más grave, empezamos a pensar que era inevitable y de que se están tomando las medidas adecuadas

Son tantos y tan graves los delitos financieros y de otra índole de nuestros dirigentes, empresarios, politiquillos de turno y otros especímenes que ya casi los consideramos folclóricos.

Recuerdo una conversación con un empleado municipal que subido en el estribo del camión de la basura, afirmaba que el suyo, no era un trabajo desagradable. Decía que tras un par de minutos de auténticas nauseas, su olfato se adaptaba a la pestilencia que escapaba de la cubeta del camión y "se acababa el problema"

Unas declaraciones de Sigfrid Soria, diputado del P.P. por las que ha sido inmediatamente "purgado", han desenterrado el hacha de guerra entre tertulianos y asimilables.  Cada uno quiere hacer su obra de arte dialéctica para la posteridad y claro las estupideces personales y colectivas son demoledoras

Las declaraciones de este señor, han venido por twitter, donde escribía

"Como un perrroflauta me acose por la calle, me intimide o agreda, la hostia (él escribía sin "h") que se lleva ni se la va a creer"

Y en otro tuit, añadía

" Si algún "perroflauta" agrediera a alguna de mis hijas,  "le arranco la cabeza".

Que curioso que el P.P con la cantidad y calidad de mierda que les cubre, considere estas declaraciones como el gran delito que se castiga con una  expulsión. Por contra casos como Bárcenas, Mato, ... parece que no son merecedores no ya de una dimisión o cese, sino ni tan siquiera de una reprimenda o un "cachete"

Y es que el término "perroflauta" utilizado para referirse a los participantes en los escraches, es, al parecer, una auténtica aberración que merece poco menos que la horca. ¡ Cuántas sensibilidades gravemente heridas ¡ 
Deberíamos enterarnos del significado de la palabra perroflauta)

También resulta curioso que en este país en un programa de máxima audiencia y en horario infantil, se haya pronunciado tantas veces la frase

                      "Yo por mi hija MA TO"

hasta el punto de ocupar un lugar preferente en nuestro léxico cotidiano

Esta frase ha suscitado la admiración por Belén Esteban.  ¡Qué gran madre¡ ¡Eso si que es querer a una hija¡. 
En este caso esta señora habla de asesinato no de dar un par de hostias a un agresor, que además se ampara en la multitud, cosa que haría cualquier padre ante una agresión a sus hijos, a su mujer, a él mismo o incluso a su perro

Ya basta de hipocresía, de falta de ética, de intentar colgarse absurdas medallas. 

Los enemigos no están en quien se expresa con palabras, que incluso podrían quedar, de darse el caso, en una bravuconada  sino que nuestros enemigos están, uno en nosotros mismos y otro en quienes elegidos por una amplia mayoría de ciudadanos, nos están hundiendo en un pozo del que tal vez muchos jamás consigamos salir



  


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