sábado, 29 de diciembre de 2012

No le des un pez .... enséñale a pescar

En estas fechas de Navidad, nos volvemos solidarios populistas . Tanto radio como televisión, encuentran en el tema de los pobres una fuente inacabable de recursos. Unas pocas entrevistas, que nunca dicen nada nuevo, unos planes realmente inviables y por supuesto una petición de ayuda económica; todo ello aderezado con el "derroche" de los hogares españoles. Unos cuantos datos y unas imágenes de comedores de Beneficencia, demasiadas veces repetidos, completan el panorama.

Ciertas ONG-s, de dudosa intencionalidad, nos presentan imágenes realmente terroríficas, sobre todo infantiles. Resulta impactante la imagen de ese niño esquelético, en brazos de su también esquelética madre o tal vez abuela y lleno de moscas. Es una imagen antigua que presentan como reciente y que además a lo largo de los años, ha sido ubicada en distintos países y que podemos encontrar incluso en algunos libros de texto

El razonamiento humanitario más frecuente, por no decir el único, que los medios audiovisuales repiten hasta la saciedad es que con los alimentos que nosotros echamos a la basura se podría alimentar a todos los seres humanos que pasan hambre.

Veamos que ocurriría si siguiéramos esta consigna.
Los alimentos de los hogares españoles que van a la basura, son trozos ya mordidos de alimentos ya cocinados, o alimentos al borde de la podredumbre. Nunca son alimentos frescos, que pueden conservarse unos cuantos días
¿Alguien es capaz de almacenar durante, digamos, cuatro o cinco días hasta poder llenar un contenedor y mandarlo, digamos, al cuerno de África? ¿Imagináis la cara de esos pobres negritos (porque siempre son negritos) al abrirse ese contenedor que ha viajado cerrado durante una o dos semanas?

Si todos los cultivos que han de dejarse en el huerto porque no son aceptados (dicen) por los comercios ni por los consumidores se regalaran a bancos de alimentos y ONG-s, cubriríamos las necesidades de una gran parte de la población

La imagen, cara vista, es la de unos frutos estupendos por el suelo, y su propietario diciendo que tienen que dejarlas pudrirse ya que el mercado no las quiere por que presentan unos pequeños defectos estéticos. Son las que "salen en la tele". Esto, puede cabrear un poco a los corazones sensibles, pero este no es el meollo de la cuestión. Si se recogieran todos los frutos, el precio bajaría considerablemente por ello es mejor dejar que se pudran. Esto mismo sucede con ciertos pescados. El patrón decide según el precio de lonja si es más productivo llevar a puerto todo el pescado o solo una parte, el resto se tirará por la borda
El tema es pues de carácter exclusivamente económico

Si se plantea, regalar estos "excedentes" los beneficiados no comprarían 

estamos en la misma situación y si se trata de recogerlos para entregarlos a los "pobres" surge nuevamente el problema económico ¿quién pagaría la mano de obra, transporte, almacenamiento, ...? 

Si los productos caducados, se entregaran para su consumo por los más necesitados, ......

Esto, digan lo que digan, es un insulto muy grave para esas pobres gentes y para la ciudadanía en general. Desde pequeñito me inculcaron  
"Lo que no quieras para ti, tampoco lo quieras para los demás"

Me deprime ver esas imágenes de comedores sociales en las que veo a esos niños y personas mayores comiéndose esos yogures (pongamos por caso) que yo ni los compraría ni los comería.
¿Nos hemos planteado cuanto dinero habría que gastar para comprar (por decir una cantidad) mil yogures en buenas condiciones , haciéndolo directamente al fabricante para estos comedores? Pues me atrevo a aventurar una cifra NI UN CÉNTIMO. Solo la publicidad que le reportaría, cubriría con creces los costes. Pero claro no nos importa llevar en nuestra ropa el logotipo de  marcas de moda haciendo  publicidad gratuita de ellas, pero seguramente nos rasgaríamos las vestiduras si un comedor social publicitara unas determinadas marcas

¿Y qué me decís de esa necesidad que se está creando para animar a la compra de productos de marca? 

Los anuncios son realmente patéticos y además destrozan todo lo conseguido en el tema de los productos de segundas marcas. Productos de la misma calidad pero de menor coste para el comprador
Me resulta indignante que una medicación de un gran laboratorio tenga un precio de 50, mientras su equivalente genérico lo tiene de 5. Si los médicos no nos engañan y estoy convencido de que no ¿Que habrá que hacer con esa primera marca?

Como ocurre siempre, pasadas las fechas navideñas, estos mensajes humanitarios desaparecen de los medios de comunicación y de nuestras conversaciones de la hora del café

Por otro lado los humanos que no pasamos hambre, nos empeñamos en mandar alimentos a las zonas más deprimidas del planeta, pero ¿que ocurre realmente en un país como Somalia (pongamos por caso) cuando, enviamos maíz (pongamos por caso)?, aunque más que Somalia deberíamos decir ciertas regiones somalíes, pero esa es otra historia
Pues lo que ocurre es que la entrega suele ser gratuita. Las imágenes nos muestran  esos brazos extendidos de niños en primera fila y de madres con bebes justo detrás de ellos. Parecen colocados ordenadamente, dentro del desorden, para que las imágenes digan lo que se quiere que digan
Pero es que resulta que por otro lado, en la región hay unas pocas familias que han decidido hacer las cosas de otra manera y con su trabajo han sacado adelante una pequeña plantación de maíz ¿qué va a ser de ellos?

La respuesta es clara, nadie va a estar interesado por el maíz que estos han cultivado ya que se lo suministramos gratis. Van a tener que abandonar su huerto y esa paupérrima región pasará a depender del maíz que sobra en el mundo "rico" y que muchas veces llega en pésimas condiciones

Como dice esa maravillosa frase, que muchos cínicamente repetimos
"No le des un pez ... enséñale a pescar

En este sentido hay organizaciones, y sí, hago publicidad, como la de Vicente Ferrer, que apuesta por conseguir medios para que estas gentes pobres puedan trabajar, producir, salir adelante y poder mandar a sus hijos a la escuela. Es lo que se conoce por microcréditos. Son Organizaciones que apuestan por enseñar a pescar en lugar de esa "caridad" mal entendida de darles un pez


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