martes, 29 de noviembre de 2011

Agricultura mágica. Método Fukuoka

Siempre hay algún iluminado capaz de buscar fama o dinero a costa de los ingenuos o de los listillos. En este caso traigo a este blog al señor Masanobu Fukuoka

El señor Fukuoka, tras una vida muy poco convencional, decide volver a su pueblo y a sus raices, retomando el antiguo oficio de agricultor en unas tierras que pertenecieron a su padre. Se encuentra con un erial y una plantación de cítricos ambos en un lamentable estado, como él mismo afirma en su libro "The one straw revolution" que se traduce como "La revolución de una brizna de paja" (la traducción correcta sería "la paja de la revolución") y la verdad sería un título mucho más acorde con su contenido ya que se trata de una verdadera "paja mental"

Como todos los "iluminados" su punto de partida, es un romántico cambio en su pensamiento que se traduce en un cambio de forma de vida.

Con dinero y sin amigos se refugia en su pueblo natal en una choza trabajando la tierra. Su casi nula experiencia en las tareas agrícolas, le lleva al terreno poético y a enunciar lo que llama "Los Cinco Principios del Cultivo Natural"

--- No labrar la tierra
--- No abonarla
--- No utilizar pesticidas
--- No eliminar las "malas hierbas"
--- No podar los árboles

Efectivamente, los principios son muy tentadores sobre todo el 1º, el 4º y el 5º  ya que anuncian un cultivo sin esfuerzo ni trabajo y los otros dos principios un ahorro considerable de tiempo y dinero

A estos planteamientos les da el clásico barniz filosofico y poético. Es la armonía con la Naturaleza, es el respeto al Planeta, es un cambio de mentalidad y de Valores, ....

Con estos planteamientos y sus influencias de su anterior profesión, consigue llegar a las instituciones agrícolas, a las personalidades políticas locales y a los medios de comunicación con lo que logra dar a conocer su teoría

Pronto, incluso antes de empezar a cultivar, se rodea de "discípulos" que vienen, dice en su libro, incluso de remotos lugares. Esta es una de las piezas claves

--- No labrar la tierra
En una parte de su libro se dice que son las plantas, quienes con sus raíces penetran la tierra y junto con las lombrices, la mezclan y la esponjan dejanadola perfectamente preparada para el cultivo. 

--- No utilizar abonos (químicos, animales, compostados)
Promueve fundamentalmente la utilización de ciertos cultivos secundarios para enriquecer la tierra, fundamentalmente trebol blanco 

--- No eliminar las malas hierbas
Afirma que las malas hierbas no existen y que solo hay que controlarlas, acolchándo la tierra con paja o sembrando trebol blanco entre las plantas de cultivo 

--- No utilizar plaguicidas
Estos destruyen la vida, tanto vegetal como animal rompiendo el equilibrio de la Naturaleza 

--- No podar los árboles frutales
Un arbol ha de desarrollarse con libertad y seguir su forma natural, es el único camino para que nos regale sus deliciosos frutos

Todo esto resulta muy poético : Vuelta a las raíces, comunión con la naturaleza, profunda espiritualidad ...

Otra cosa muy distinta es la realidad. El mismo Fukuoka nos la cuenta en su libro cuando habla de sus trabajos iniciales y sobre todo del trabajo que encomienda a sus "discípulos" que trabajan de sol a sol a cambio de una escudilla de arroz y una choza.

El número de discípulos aumenta poco a poco y compra las tierras abandonadas por otros agricultores.

En ciertas partes de su libro, lleno de contradicciones, nos hace creer que es él quien se ocupa de la tierra. En otras relata como sus "discípulos" realizan tareas de labrado, limpieza y abonado de las tierras

Por la forma en que trata a sus "discípulos", según su propio relato, dista mucho de ser el Venerable Sabio que algunos imaginan.

De todo su "revolucionario método" aparecen tres supuestas prácticas como auténticas leyes universales, adoptadas en Occidente por ciertas "escuelas" 

1.- Dejar que la naturaleza siga su curso sin intervenir
Esto supone, que las que tradicionalmente se han llamado "malas hierbas", compiten con ventaja sobre nuestros cultivos sinedo por otro lado resistentes a las plagas que nos afectan 

2.- El trebol casi como único abono
Efectivamente el trebol es un buen abono natural que fija únicamente nitrógeno en el suelo y por contra consume grandes cantidades de fósforo. 
También resulta útil para retener la tierra en la época de lluvias previa a las cosechas de arroz. En nuestros huertos, el extenso sistema radicular del trebol, llega a axfisiar a nuestros cultivos y su erradicación resulta muy complicada

Lo que no se tiene en cuenta es que el trebol en las plantaciones de arroz, sdembrado en altas densidades, no permite la existencia de otras plantas pero no supone un problema ya que la inundación de los campos de arroz, mata al trebol, con lo que el arroz encuentra un suelo libre de competidores. Esto no ocurre en nuestros cultivos 

3.- Las semillas encerradas en bolitas de arcilla
Se trata de otra práctica inutil y absurda en nuestros cultivos. Fukuoka, dice envolver las semillas de arroz en bolas de arcilla a razón de una semilla por bola con un objetivo claro, evitar que se las coman los pájaros ya que, según nos explica, siembra antes de tiempo. Así, dice, la semilla se mantiene latente hasta que llega la época adecuada para su germinación, coincidente con la de las lluvias. El agua disuelve la arcilla y la semilla liberada, germina.

No es este método, conocido como "nendo dango" adecuado a nuestros cultivos, ya que estos no deben esperar a ninguna época de lluvias y los pájaros no suponen un peligro para nuestras semillas enterradas.
Por otra parte, me parece, cuando menos curioso, que unas semillas sembradas meses antes de su germinación y sometidas a fuertes lluvias, dejen tras su germinación, los uniformes y alineados cultivos que aparecen en los campos de Fukuoka. Claro, mientras él juega con sus "nendo nango" sus "discípulos" siembran los plantones de arroz

    Vamos un cuento CHINO aunque venga de Japón

En alguna foto, se ven los bancales de arroz perfectamente alineados por lo que resulta evidente que utiliza plantines. Además ¿A dónde irían a parar estas semillas?

Hay muchas cosas más en su libro pero creo que con esto es más que suficiente aunque añadiré algún comentario más 

¿Realmente alguien puede creerse que este método es tan maravilloso y no aplicarlo ? (Me refiero a los agricultores profesionales) Si sin necesidad de labrar, ni de utilizar herbicidas, ni de combatir plagas pueden obtener rendimientos mucho más altos, ¿cómo pueden ser tan tontos generación tras generación?

Vamos que todos son tontos menos ellos


6 comentarios:

  1. sospechaba que era algo asi, gracias por las reflexiones, muy clarificador.

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  2. seguro que el comentario te lo has puesto tu mismo, mal pensar sabemos todos aunque seamos tontos eh.

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  3. Jorge Cruz su posteo además de erróneo es mal intencionado y revela que usted no ha leído a fukuoka ni entiende un pimiento de lo que se trata. Debe ser usted un pobre hombre acomplejado que ni por asomo experimentó la tierra salvo para espantarla con el plumero.
    Fukuoka fue microbiólogo y los terrenos de su padre estaban lejos de ser improductivos. Desásnese, y no ifame.

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  4. "Si sin necesidad de labrar, ni de utilizar herbicidas, ni de combatir plagas pueden obtener rendimientos mucho más altos, ¿cómo pueden ser tan tontos generación tras generación?"
    Es que los agroquimicos son un negocio, sabe? Por eso...

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  5. Espero que de matematicas sepa usted algo mas que de agricultura porque vaya forma de desprestigiar a una persona que ha demostrado todo lo que dice en sus libros.Pues yo seguire su metodo y no enriquecere a las empresas que estan contaminando el planeta.

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  6. Espero que de matematicas sepa usted algo mas que de agricultura porque vaya forma de desprestigiar a una persona que ha demostrado todo lo que dice en sus libros.Pues yo seguire su metodo y no enriquecere a las empresas que estan contaminando el planeta.

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